Un día como hoy
como viajera en la cápsula del tiempo
retrocedo a aquel instante mágico
de caminos polvorientos
bajo el cálido sol de la mañana
y con el trino de las chorchas.
Mi padre sobre su manso caballo
yo montando mi burrito blanco
acompasados con el mugir lento de las vacas
y al retozo de terneros
atravesamos los potreros
sorteamos cercos de alambre
adornados con negritos y madreados.
Seguimos el zumbido afanoso
de abejas que danzan de flor en flor
y el destello al sol de los tambos plateados
el golpeteo alegre de sus olas encajonadas
dejan escapar el aroma
de la leche recién ordeñada.
Chapoteo de cascos
atravesando quebradas
haciendo pausas bajo guanacastes
para saborear caña…. nances,
ciruelas … naranjas
“ ¡Adió… jom!”…deja oir el paisano
“ ¡Bendiga… padrino!” … se acercan los cipotes saludando
“ ¡Que le vaya bien Don Lofito!” …
agitan las mujeres los brazos
mi padre me mira sonriente…
época feliz de mis cinco años.