Dicha proscrita.
En el escondido olor de tu esbeltez,
Me recosté ondulante a tu costado
Por los velos que cubrió mi desnudes
Rosaron apacibles a nuestro lado.
Las primicias gotearon en vergeles,
Y la risa fueron ecos de los bullicios,
Que mis pies danzaren en laureles,
Era ingenua dócil sobre tus labios.
Si en otras vidas nuestras vidas,
Cuyo romance, amor está escrito
Somos de este amor protagonistas.
Si en otros tiempos se nos permita
No es libre quien ama sino la dicha,
Y la dicha de tenerte está proscrita.