No hay una causa del otro
Es siempre nuestra
Incluso cuando suponemos que es ajena
No hay un afuera y un adentro
Solo la piel marca el límite
La continuidad de la vida lo trasciende
Ese armazón de carne para bordear el alma
Nos crea un adentro y un afuera
Pero, la vida es un conjunto etéreo
Con nosotros incluidos en la tarea
No hay una causa sin origen
Tal vez la muerte parezca una
O la vida sea un puente
Enfrentamos con razones éticas y mundanas
Una panacea de cambios programados
En un todo que nos incluye suavemente
Que genera un aprendizaje imposible
Eterno, inconcluso y diluyente
Aberrados elementos que conforman
La vida y la muerte continuada
Creamos letras, verbos, decisiones
Estamos atentos y finalmente entendemos
El aprendizaje no concluye
No hay materias ni calificaciones
Cuando tenemos hambre, no somos
Es un mandato ajeno a nuestros deseos
Cuando deseamos el amor, no somos
Es un préstamo que recibimos a veces
Significamos el saber como un trayecto
Y no penetramos el conocimiento
Ese que esta detrás del discernir
Que provoca las causalidades
Las mismas que ejecutamos como propias
Entendemos algunas cosas
Otras las dejamos amontonadas al azar
Y el todo nos confluye en un camino ajeno
Somos esa semilla volada al viento
Sin el germen no tendría sentido el viento
Sin viento el cuenco moriría
Pero el equilibrio existe,
A veces solo a medias
Esa es la medida que llamamos suerte
Estamos indefensos ante esa piel que nos trasciende
Que provoca creer y estamos aquí
En un entonces que somos nosotros
Sin poder concebir que la unidad es
Solo eso, es un escalón arbitrario del todo
En un torbellino de caos dantesco
Aprendemos un poco de todo
Para poder mantenernos en pie de día
Hasta que, tarde comprendemos que somos
Simplemente esa ficción que nos toco en tiempo
Ponemos nombres, fechas, distancias
Ordenamos, contamos estrellas, damos sermones
Descubrimos la fe, el camino, las sentencias
Y cuando nos damos cuenta que solo administramos
Es tarde
Se fue el préstamo y empezamos nuevamente
Aquí, en otro lado, de alguna forma
La historia se anuncia y se repite