Amigo mío, cegado en vitrinas
¡Decirte quiero!... Tal vez recordarte:
No olvides que a lo largo de esta vida
Tu voluntad camina vacilante
Recordándote y destacando que
El querer escapar no es libertad
Y vivir así, huyendo, no es vivir.
No estoy ni maniatado, ni encerrado,
Pero libertad no tengo en mi vida;
Ni vivo a mi placer: pintando el cielo.
Somos todos becerros encerrados;
Subyugados, pastando en el corral.
¡Libertad! ¡Quiero de verdad vivir!
¡Sin cerca que me frene al caminar!
¡Donde no hay quien nos intentará guiar!
¡Descubrir todo cuanto quiera ver!
Y echarme a reposar donde yo quiera…
¡Abajo todo el maldito sistema!