Quizás un día,
la que nació de una costilla
deje de ser solo una pieza sencilla
para el mandamás...
Quizás un día,
se convierta en lo que es,
un divino tesoro,
que nos da la vida a todos,
que nos cuida más que al oro,
y le pagamos con brutalidad.
Quizás un día
Sea considerada
la joya más preciada
y no otro adorno para coleccionar...