Si. Era tuya y fui feliz en mi disfrute,
recorriendo tus lunares,
embriagándome del perfume de tu piel
y embelesándome de tus tatuajes.
Tu recuerdo me hace volver a vivirte
y me rehúso a extrañarte.
Obtuve de ti lo que quise,
aunque volví de ti, insatisfecha.
Fui importante,
estoy segura,
por que al cerrar mis ojos
y ver tu imagen
en el fondo
puedo advertir que si me amaste.
Tus miradas, tus gestos,
tu lengua y tu saliva,
solícitos de mi boca
y de mi cuerpo,
la reciprocidad de tu deseo.
Y éramos salvajes,
devorándonos vivos,
como en brama, dos animales,
muriendo de placer tan extasiados.
Si, que no tienes memoria, me dices,
no voy a creer en tus embustes,
estoy segura de que fue importante.
Los besos, los poemas y las noches,
no te creo, Ave, que ya olvidaste.