Al no hallarte sobre la tierra
Y sabiendo que mi amor buscabas
En un mundo mágico te busqué
Abriendo camino entre ninfas y elfos…
Cabalgando sobre un unicornio
En un inmenso llano, allí te divisé…
Tus cabellos de oro echados al viento
Tu mirada profunda como el cielo
Tu cuerpo perfecto cual Venus del Olimpo,
Llenaron el espacio de magia…
De luz y color, desaparecieron mis penas
Y de ti me enamoré.
Se esfumaron los cenagales
Y todo fue verde como mis esperanzas.
Bajó el trote, el mitológico unicornio
Y al acercarte… ¡sólo tu sonrisa brillaba!
Iluminando este mí extraño mundo
Donde ahora moramos los dos.
¿Hasta dónde el querer es tormento?
Porque este tormento de querer, ya me pesaba.
Cuando me hablaste, oí cantar al zenzontle
Sus asombrosos cantares al alba,
Y a tu lado fui, un turpial enjaulado
Trocando un amargo llanto, en alegre canto.
Delalma
30/12/2012 11:01:09 p.m
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