CAMINO de LA VIDA
¡Cuanto e caminado!!!
sin darme cuenta casi.
Tras sueños,
irrealizables utopías.
Orillando causes de ríos,
desde su nacimiento,
acompañando sus aguas,
llegando con ellas al mar.
No me detuve,
seguí caminando,
atravesando su infinito,
entregado a su furia,
su calma, soles y lunas,
empapándome en lluvias
de nubes tormentosas,
en atardeceres rojos,
en noches azuladas
en madrugadas dormidas
entre ayeres y mañanas,
entre sombras y estrellas cotidianas
con presentes indefinidos.
Camine lento,
camine rápido,
viendo pasar los tiempos.
Mi paso se hizo austero,
buscando la esperanza.
Escalé montañas,
empinadas, rudas,
alcancé sus cumbres,
oteando horizontes,
llenos de lejanías,
que transformé en cercanas.
Descendí a sus valles,
seguí andando,
me acompaño la risa,
muchas otras el llanto.
Me detuve a veces,
a ver pasar caminos,
subirme a ellos,
me siguieran llevando.
Siento ya, el cansancio
de tanto haber andado
empapado en lluvias
de nubes tormentosas,
de atardeceres rojos,
de noches azuladas,
dormidas madrugadas
de ayeres y mañanas.
Mis pies, hoy, agrietados,
ya ruegan, por un alto,
alma y espíritu gritan,
Sigue…, sigue…., caminando!!!!.
Nicolás Ferreira.