…EN SU ESTILO
Lluvia de soles y lunas de lo perdido…
presencia con ausencia y viceversa…
faltó esa llave, se quedó en lo “no atendido”
...penó la esencia de manera perversa.
Los aullidos y rugidos espantaron
o quizá fue ese eco indeseable…
indetenible fue lo que acribillaron
y la réplica latente… insuperable.
Sabiamente se sintió la locura
intempestivamente el silencio gritó…
tal cual huracán en la llanura
que en su paso con todo arrasó.
Sus estragos de cristales en ruina duró…
y encapsulado quedó en esa avenida,
todas las "pertenencias" y ese dolor;
fue así como se engalanó la partida.
Luego, una alfombra de perlas ilusorias
se extendió sobre esa avenida…
plausible es y llenará de mucha gloria
al adornarse con ella en la recogida.
Al abrirse la ventana de esa vida
se percibe el aroma a fruto perdido,
un río encauzado y su existencia agradecida
agita a su ritmo las aves en su estilo…
Hoy, la nostalgia muy clara se presencia,
los gritos del silencio perfilan la ocasión,
sólo existe una historia, una ausencia…
y, una huella que acarició y se quedó.