El universo se embriago de tus destellos.
Bebió hasta perderse la noche, del deseo
se entretuvo el silencio a admirarte bella;
sobre un paisaje donde brillas como estrella.
Dulce elixir se entremezcla entre poesía,
la obscuridad es tan clara con tu azul cielo;
que hace detener el tiempo que se esfuma
con el mar que contiene tú mágica espuma.
Viaja celeste el momento bajo tu astro
con canciones que fermentan mil ilusiones,
como una ninfa del océano del espacio
entre escarchas de oro, diamante y topacio.
El delirio de un sol brinda en tu nombre,
exalta el amor que entrega tu existencia
y un camino tímido ante tus pies, se esconde;
no contiene el destello de tu pureza.
El desnudo que presentan estos arboles
lo visten de primavera tus verdes aposentos,
no resiste este otoño a tus calidas caricias,
tienes en tu aura el poder de la carisma…
que eleva a todo ser al firmamento
maravillado por las lunas de tus besos.
Y tu infinito viene continuo de delirio,
abre ventanas que me lanzan a tu idilio,
siembras en mi suelo, estaciones preferidas
de luz, calor, frescura de ternura divina…
de aliento de preciosas nubes blanquecinas
que sostienen con un manto blanco digno,
tu esencial y majestuosa obra que aviva
en la voz de este amor antes de amigo;
el sonido de un cantor en mi pecho
que en tu jaula o en tu lecho solo anida.