Y pensar que yo te amé...
Y saber que no me amabas…
¿Quién puede seguir siendo bueno
cuando entiende que ha perdido el cielo ?
Y pensar que te besé
sin saber que no me dabas
algo más que sólo piel
mientras yo mi alma te daba…
Y saber que me engañé
cuando creí en tus palabras
¿quién puede creer que la fe
de verdad mueve montañas?
Pero pobre de tu ser
que camina sin sustancia.
¿qué verdad encontrarás
para flagelarte alma?
Y pensar que yo te amé
cuando no merecías nada…
Y yo todo te lo dí
sin reservar para mí… nada.
Pero pobre corazón
si uno tienes que te lata.
¡Porque así, con hierro muere
el que un día con hierro mata!