Después de medio siglo, llega mi mano al teclado para contar que mi corazón esta conquistando mi mente y rompiendo el miedo, pasando de la lógica defensiva, cauta, represiva, a una amistad comprensiva, entusiasta, libre un tanto permisiva chocha y regalona.
Finalmente me quiero, como siempre me quiero, ahora lo sé, me lo digo me lo permito. Con euforia me lo grito…
Vamos…¡¡¡¡¡