aday63

Recuerdos.

 Tarde de añoranza

del amor primero,

del más limpio y puro,

el de dos pubertos

que jugaban a querer

que soñaban con crecer.

 

Recordar la salida del colegio

los breves momentos robados

en que tomados de la mano

hasta la puerta de mi casa

llevando mis útiles escolares

sorprendíamos a la vida

disfrutando amores inocentes

de color gardenia.

 

Conversaciones breves,

hablando de tareas escolares,

de música y fiestas,

de sueños imposibles.

 

Amor primero

descubriendo besos,

el ritmo frenético de un corazón hambriento

de cariño y pasión,

el hueco en el estómago,

en esa espera inútil

de compartirlo todo

sin entregar más nada

que toda la ternura

que albergaban nuestras almas.

 

Amor primero,

pretextos a destajo,

buscando un breve momento

para tomarnos las manos,

mirarnos a los ojos,

y tal vez, aventurarnos

a un breve y dulce abrazo.

 

Amor primero,

de cálidos “te quiero”,

cuando entregamos todo,

sin tocarnos el cuerpo

desconociéndolo todo

y aprendiendo a querer con el alma.