Busco una lágrima que se evaporó con el viento,
Busco el susurro del anochecer y su silencio,
Para besar mil lágrimas derramadas, con mi aliento,
Busco los besos que se perdieron, en mi tiempo...
Vivo cohibido, atrapado en mí mismo tiempo,
Buscando la paz de mí mismo silencio,
Quiero volver a querer, como en mi pubertad,
Esos amoríos que dibujaban, nuestro cielo...
Yo no soy malo, en mí la maldad, pasó de largo
Y vivo con en el cobijo de mis poemas y cuentos
Dibujando fábulas, buscando mi sentido letargo,
Principio de mi tiempo, donde todos éramos santos...
Vírgenes sin pecados divina juventud, preciosa aurora
En aquellos despertares donde el juego era el diálogo
Y la pandilla de amigos allá por los años sesenta,
Vivimos dulces tardes y noches, entre bailes sin pago...
No había discotecas, nuestras casas y el traga discos,
Los ángeles, camilo sesto, juan y junior y el dúo dinámico
Y las preciosas amigas bailando baladas abrazados
Y sentíamos, el virginal y dulce sexo despertando...
Aún sigo buscando lágrimas, en la fuente, de mi lago,
Donde muero y me ahogo miles de noches soñando,
En aquellos tiempos preciosos que pasaron de largo,
Pero aquella ternura, ya jamás volverá, a mi prado…
Modesto Ruiz Martínez / 13 de Enero del 2013