La noche callada de la madrugada
despierta ensueños imaginarios,
faltas de anhelos bajo mi almohada;
hacen arder mi cuerpo en escalofríos.
añorando cada una de tus miradas,
El hechizo grita: ¡Enamorada!
mi corazón valiente se alimenta,
evocas mi sentidos con tu presencia,
de mi universo, partículas enteras.
El recuerdo de ti, inconfundible,
quema furioso mi ego incandescente
pruebo tus labios con sabor irresistible,
me llenas con mil caricias que me estremecen.
Allá fuera, el viento suave canta
replicado inquieto en mi ventana,
pronunciado tu nombre a toneladas,
inmerso en ilusiones idealizadas.
Tu ausencia vaga sobre mi espacio
ansiando cada uno de tus pasos,
transportan momentos encantados
fluyendo fantasías sin apariencias,
decayendo euforias pasajeras.
En sábanas volteretas desesperadas
liberan las perpetuas horas,
de murmullos de besos infinitos,
arrastrando visiones juntos
Tu voz percibo en melodías
arrullan en deleite mis sueños,
fuentes alegres y bailarinas
cobijan en quimeras mis deseos.
Construyo secretos amorosos
remolinos de vivencias pasadas,
huellas de registros marcados
con tu amor esencia de mi alma.
Los rayos del sol impaciente
se asoman aluzando la mañana,
despacio, se consume la noche
deprisa, a mi memoria regresas...