Declamado por Eduardo Julian, poeta argentino.
No existen, palabras de consuelo
para el que padece una pena.
Ni desahogo que calme
el suplicio del corazón
al fenecer la vida,
alejándose de su claustro
liberando el alma.
Queda la angustia letal
de aguantar la desesperación,
al no sentir el calor que emana
del palpitante respirar
que lentamente se aleja
de la faz terrenal,
en el sucumbir de los sentidos.
Dejando al coexistir enterrado
en la más profunda agonía
del sufrí, que se aferra
aprisionado y empuñando
el coraje en la resignación.
Por la frustración encarnada,
en el dolor que se abraza
el lamento de las lágrimas
derramadas, al ausentarse
el espíritu de la casta.
Y…
Sólo los recuerdos
embargan la mente,
encadenando los pensamientos,
torturando los sentimientos
que abrazan emociones,
al evocar el ayer
del expirado presente
que no vera el alba
de un amanecer.
Magali Aguilar Solorza
(Quiet Night)
Domingo/Enero/14/2013 4:17:45 pm
Autora mexicana.
POEMARIO, EL CLAMOR DE MI ALMA. Página No 117