En un rincón enmudecen
cartas viejas, sobres viejos,
con el color de la edad
sobre la escritura puesto.
Allí perecen las cartas
llenas de estremecimientos.
Allí agoniza la tinta
y desfallecen los pliegos,
y el papel se agujerea
como un breve cementerio
de las pasiones de antes,
de los amores de luego. (Miguel Hernández)
En un rincón enmudecen
vivencias y sueños.
Tus cartas y las mias
son solo recuerdos,
tesoro tengo y debo guardar
Esas cartas tuyas y mias
algún dia darán que hablar.