Te gusta la guerra,
te encanta el ostracismo,
la ingratitud, la intrepidez,
la manera gestual de decir ¡vete a pasear!
como si fueras un grande de verdad
y tus legados útiles para la humanidad.
Te agrada contradecir,
refutar, rebatir, inducir al error,
te agrada conjurar
como si la sentencia que esperas
te diera justamente la no paz eterna.
La sutileza o la vulgaridad te da por igual
eres frialdad pura, frivolidad oscura,
incontinencia verbal,
deslealtad a ti mismo.
Te encierras en el tormentoso río
de la impiedad, como si fueras
la más oscura obsesión de la idiotez.
Te crees un ser superior por “creer” saber
cuando el saber implica humildad,
ante la inacabable actitud del conocer.
Todo cambia amigo, la verdad no existe
la única verdad indiscutible es
LA MUERTE DE TUS VALORES,
LA INDIGNIDAD.
CARLOS A. BADARACCO
15/1/13
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