Te rehúsas a amar corazón mío
después de haber amado desde el alma;
amando hasta el sufrir clamando calma
llenando en pesadumbre tú vacío.
Negado estás a amar porque el hastío
percute en cada pulso de esa calma;
rumiando soledades desde el alma
que tornan sentimiento en desafío.
Olvida ese temor fiel compañero,
despoja tu sentir de esa tristeza,
sí al fin y al cabo todo es pasajero
¿qué te impide alcanzar la fortaleza?
Para robarle un sueño al carcelero
desafiando al amor con gentileza.