Vertiéndose la sangre suavemente
Sobre el engalanado papel:
Veo pasar los días
Como a través de un cristal opaco,
Envasado al vacío,
Ausente del tiempo y el espacio
Surcó desde el centro el radio
Y trazo con fuego el arco,
Que al compás de su silueta
Dibuja una circunferencia incompleta;
En ella dispararé una flecha,
Que de prenderse la mecha
Que cobija tu guarecido corazón,
Quizá y solo así, llueva a gusto de dos.
Los pájaros en el cielo dibujan formas,
Soles y se cruzan haciendo círculos.
Dicen que el hombre nació de las llamas,
Quizás, porque solo a través de ellas
es, como los sueños se propagan.