Aritza

Cuando la sangre se diluye en grises

Cuando la sangre se diluye en grises

difuminando la luz entre esquinas

se desconcha el sol

campan las cenizas en el aire.



Ya desfilan las orugas

ascienden por los hilos de lluvia atemporal

los murciélagos preparan sus atillos

recuerdos de ángeles negros en flor.