El tiempo pasa de manera muy rápida, el día a día se convierte en los episodios de nuestras vidas, a veces alegría y de repente tristezas pero, y cada mañana que despertamos afanados a realizar lo que nuestra sociedad nos exige sin darnos cuenta que nuestro rostro hoy luce de manera diferente.
Pero nunca es tarde para: amar, para soñar y para pedir perdón a las personas que sin darnos cuenta un día dañamos sin medir consecuencias, por eso hoy reconsideremos nuestros pensamientos y llenemos de amor nuestros corazones.
Autora. Profa Mery Ramírez
Olanchito, Yoro, Honduras, C.A.