elvira olivares

A mi nieta Chiara

Las manos de mi corazón

como un cuenco te protegen,

se cierran para darte calor

y evitar que tengas frío,

aunque duermes en el sol.

Te acuno en mis nanas

y te mimo como a una rosa

blanca,pequeña, frágil

así te veo yo.

Acuno las plumas

que trae la brisa

como cartas que nadie envió,

y puertas que nadie cerró.

Chiara tan lejos y tan cerca,

mi alma se confunde

entre la seda del recuerdo

y la esperanza de verte

pequeña luna de enero.

Te siento y  te veo

dormida en la fragancia,

de aquél beso que nunca llegó.

 

Si para verte debo partir

bendito sea Dios ¡ ¡ ¡

si para verte debo vivir

en esta sinrazón,

acepto la espera en el silencio

del camino que quedó.

Pero siempre estoy

por si me necesitas

llámame en una canción,

en un juego o en un globo de color.

Aquí me quedo

por si me llamas...

aunque sé que estás con Dios.