El poder psicotrónico.
Entró en las oquedades
profundas de su cuerpo,
buscando algún lugar
donde esconder sus soledades,
maravillosas joyas
que no podrán quitarle,
pues cuidan con gran celo,
lo que a ellas les cuentan.
Tesoros intocables,
sin precio, sin figura,
tan sólo confidentes
que cosas predicen,
en pocos espacios, la vida divisan.
Paraíso loco con rutas cruzadas,
que entienden idiomas,
entienden miradas,
compañeras en la nada,
sus voces lejanas
han de escucharse.
En qué órgano oculta
algo tan preciado?
Lo quiere invisible,
por nadie tocado,
porque manoseadas
pierden la belleza,
que tanto ha buscado,
quiere anonimatos
en sus soledades.
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MIRIAM RINCÓN URDANETA.