En innumerables segundos, quizás con el ocaso
O con el sutil abrazo del alba por la mañana
Aún no lo sé.
Sé que moriré en una cama tibia con un té por la mitad
y un cigarrillo apagado en mis labios
Abrazado a mis libros, esperando que el reloj marque las 2 de la madrugada
Si esto pasara, si solamente no pudiera vivir
Para contarlo, me quedo con mi conciencia serena
De que hice todo bien.
Que no perdí el tiempo, que perdí batallas, pero no guerras
Que coseché amistades y perdí amoríos.
Sé que me moriré con un último suspiro
y titubeando mi nombre y apellido.