Hay una frase que asiduamente has repetido,
pero, hasta el día de hoy no me siento persuadido:
\"Es que odiarte también es una forma de amarte\"
¿no hay acaso algo mejor para justificarte?.
Examinemos lo uno y lo otro con detenimiento,
ésto logro distinguir con mi poco entendimiento:
El amor es diferente elegante muy fino y tierno;
Y el odio es el que inflama la llama en el infierno.
Sí, el odio solo enferma lentamente el corazón,
carcome al alma pura sin piedad sin compasión,
el amor restituye lo que el odio devasta,
cicatriza las heridas, y a los temores aplasta.
Es un bálsamo para el descorazonado,
el antídoto de los que han sido envenenados
por la frase que a ti también puede derribarte:
\"Es que odiarte también es una forma de amarte\"
No navega contracorriente quien en verdad ha amado
sufre, llora y lamenta, pero a tal punto no ha llegado,
seguro, firme y valiente él se atreve a decir:
\"Te dejo ir, aunque por dentro sienta mi alma morir\"
\"Es que odiarte también es una forma de amarte\"
he de cuidarme de no redundar en esta parte;
princesa, uno de los dos no podrá quedarse,
¡porque odio y amor jamás podrán asociarse!