Murmurando sentimientos
encontrados.
Un vendabal impaciente de deseos, se desborda,
envolviendo tus liviandades.
Frenético, beso tu cuello,
la suave piel de tus hombros, y tus espaldas.
Cual pira del averno
me abrasas.
Avivando la antorcha del erostismo,
dormido en lo nebuloso
de mi conciencia.
Ardiente mi boca
besa tu tibio vientre,
buscando su ensortijado herbaje, y
descubrir
la humedad de tu bosque sagrado.
Entréganse
nuestros enardecidos cuerpos.
el uno al otro,
arrebujándose en la lucha
siempre anhelada.
Si quemarse en el infierno
¿Es estar en tus brazos?
no deseo ir al cielo,
¡Me quemo en ellos!
bambam