Ahora me desconecto de mi mundo,
ya no quiero saber nada de él,
sólo me encuentro yo y mis sombras
y un pensamiento tornado curvo.
retorcido mi espíritu me purgo,
de todo lo que un día me dio paz,
me llama el sueño, también la tierra,
encorvada mi espalda está; me hundo.
Y muero y muero en el sol del alba,
cegado por la luz lunática,
oscuro y frío yo; entre sabanas.
Y muero y muero y pierdo la calma,
girado en luna lunática,
oscuro y frío yo; envuelto en alma.
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