La luna lo sabe.
La luna ha iluminado
mi rostro cuando lloro,
por tu amor que es mi encanto
mi vida, mi tesoro.
La luna se ha enterado
que es por ti mi llanto,
y parece burlarse
de no verme a tu lado.
La luna se ha fijado
que al pasar de ti, cerca,
se estremecen mis manos
en afán de encontrarte.
Pero luego he quedado
como griñón de beata,
pues quisiera tenerte
mas no puedo tocarte.
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MIRIAM RINCÓN URDANETA.