Con el entrecejo fruncido Elena desesperada de que Elisa no llegara aún a casa, preocupada de que pronto llegaría su padre y sin entrepuestos preguntaría por ella… diez minutos más tarde Elena llega a casa, con los sueños inesperados, con los labios carcomidos por los besos, con las ilusiones despiertas y los brazos vacíos, ida en un sueño Elena llega emocionada, queriendo disimular pero el brillo de sus ojos delata a aquel amar…
Elena es tarde ya, ¿en dónde andabas?, tu padre no tarda en llegar y si no te encuentra ya sabes que te puede hasta matar, de rabia su mente vive después de haber perdido a tu madre, después de que huyó con aquel canalla que en sus brazos encontró…
Querida Elisa no sabes que me pasó, aquel bandido me robó el corazón… ¿pero qué dices niña tonta? aquí nadie te debe robar ni la mirada, tu padre lo matará… pero Elisa tu por eso me ayudarás, quiero huir con él, recostarme en sus brazos, sentirme en su abrazo y cada día besar sus labios, quiero tenerlo piel a piel y entregarle mi ser, quiero tenerlo en mis brazos y besarlo hasta el amanecer… pero que niña tan mas tonta, no te das cuenta que eso es un error, que tú misma estas cavando tu tumba junto con la de él… si tu padre se entera te matará junto con aquel bandido como tú lo llamas…
Entiéndeme Elena, él llegó de la nada y se volvió mi todo, llegó sin pensar y quiero que se quede en mi ser, Elena entiéndeme ¿acaso nunca te has amado? ¿acaso nunca te has enamorado?... más que nunca mi niña, más que siempre, por eso aquí me tienes curando las heridas de un hombre amargado, soportando gritos de alguien herido, soñando despierta que un día llegue, me vea, me abrace y diga por ti espere… pero mi niña eso no pasará, así mismo como lo tuyo con ese ladrón, que se atreve a desgastar tu mente, endulza tu oído, pruebas la miel de sus labios, seduce tu pupila para llegar a atrapar tu piel, pero como hoy en un atardecer tienes que despertar y saber que estas sola, en un triste desván…
Olvida mi niña, olvídalo ya que hoy serán sonrisas, mañana un inmenso dolor que solo una tumba lo podrá calmar… pero Elena ¿Por qué me dices eso?... Así será mi querida Elisa, así será, descansa mi niña, duerme y comienza por olvidar que el amor verdadero aquí ya no lo hay…