Me duele un tanto la espalda
y repentinamente te encuentro
husmeándo en un poemario
amamantas mi noche, pero en el día
Me cuido de no encontrarte
me escabullo entre las tareas
procuro no me sigan las ideas
pero es difícil ocultarme.
Te veo en la sonrisa de un niño
en la mirada nebulosa de una abuela
Y aunque no quiera me arropo.
En esos invisibles telares
magníficamente me encuentro
de tu amor cubierto en hermosos colores.
Kash Baac