Hojas de otoño, divas que acarician
cual soplos divinos nuestros cuerpos;
hiedras pegadas al resuello
de los apetitos que codician
ver estrellas en las hambres saciadas.
Hojas de otoño, mudos testigos
de los placeres verdes;
envidiosas de la pasión jadeante
que da todo en segundos impensados.
Hojas de otoño, incitación,
lecho de pasiones turbulentas,
recinto de sudores almizclados
con la tenue fragancia de las rosas
y hálitos de menta mezclados.
Hojas de otoño, hechizo bordado
en las palmas de las manos,
con los hilos invisibles
del amor del presente y el pasado.
Hojas de otoño. Ritmo cadencioso
del crujir de sus huesos,
cuando sobre ellas están nuestros cuerpos
haciendo el amor… atrapados.
Autora:
Amelia Suárez Oquendo.
Amediana
17 de enero de 2013.