Enero, 1988
Cómo he querido escribir un verso con voz propia,
con su propia personalidad y su propio nombre.
¡Pero siempre tu persona va unida a mis poemas!
Cómo han querido ser mis ojos tu imagen y mis dedos tu forma construir;
que sensible fueras a mis caricias y que fuera tu pecho en el mío, como el horizonte en el mar:
¡Como una gran línea de amor!
Y penetrar en tus sentidos como el sol entre las montañas va mostrando su último brillo...
así junto a ti, experimentar mi último suspiro.