Estando en compañía de mis versos
creí escuchar un sutil musical,
susurrando cual divino manantial,
parecióme que el aire daba besos.
Percibí una tenue melodía,
armonizando un ligero crescendo,
al oír el preciado maná fluyendo,
mi corazón vibraba de alegría.
Un suave tul brillante y transparente,
acarició la tierra somnoliente,
y una dalia, pareció darme un guiño.
Vi un lirio que lloraba de repente,
al abrazar el maná reluciente,
vi una rosa, salir de su corpiño.
Josep