LLORA.
Llora, no te avergüences de hacerlo.
Llora, así compruebas que aún existes.
Llora, por tu razón humana,
por tus pensamientos,
por tus derrotas y victorias.
Llora, por el amor que ha pasado,
dícese de él, todo y nada,
que es tan triste,
pero a pesar que hoy lloras,
no has de negar que es y será lo mejor que existe.