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La noche esta enlutada
La calle viste de negro
El cielo llora la miel de la abeja
El rojo llora la sangre del azul
En el aire hay un aroma a muerte
Aunque no sea una muerte infecta
Pero si una muerte triste
Una muerte de las que te arranca las lagrimas de los ojos
Incluso después de morir
Y resulta que fue al caer el sol
Que callo también uno de los Sedadelos
Inesperadamente sus vísceras cayeron al suelo
Secas
Espasmódicas
Disecadas
Efectivamente muertas
A esto lo siguió su corazón
El callo más rápido
Simplemente callo
Como solo un corazón sabe caer
Sus ojos estaban exorbitados
Sus manos estaban llenas de dedos
Esto fue lo mas extraño
Y su rostro
Su rostro estaba sonriente
Seguramente estaba pensando en ella
Como yo
Y dicto su testamento
Diciendo
Sedadelos míos y de el
Refiriéndose a mí
Les dejo mis desesperanzas
Mis pesimismos preciados
Les dejo en posesión de mis sueños rotos
De mis compañías gastadas
De mis palabras no dichas
De mis pensamientos muertos
A ti, dijo
Refiriéndose a mí
Te heredo recuerdos
Recuerdos de ayeres futuros
De pasados presentes
Y de presentes pasados
Te heredo recuerdos de sus ojos negros
De sus labios no besados
De sus manos no tomadas
De sus cabellos acariciados
De sus silencios dichos
De sus sueños pintados en las alas de mariposas metálicas
Recuerdo de su mirada tacita
De sus pies inquietos
De sus uñas negras
De sus zapatillas de sol
Dicho esto murió
El resto de los Sedadelos fueron a velarlo
Y yo me quede aquí
Sin ellos
Escribiendo esto…