Aferrate a mis versos
pues son frutos de tu desprecio
y juega conmigo en este sueño perverso
Me colaré cada noche por tu ventanal
a ensuciarte en tremenda bacanal
mi boca te hará mi esclava
salvaje como la mujer que yo necesitaba
Qué maravilla romper tus gemidos
con mis actuares prohibidos
ver tu placer en mi mirada
y tener el control de tu sangre extasiada
Recorrer cada poro de tu piel
subir por tus recovecos
como si escalase la torre de Babel
beber de ellos, dejarlos todos secos
Seré tu voraz depredador
un tigre amenazador
un lobo hambriento
que se alimenta de tu aliento
Comeré tu carne
y beberé tu sangre
en un horrendo festín
digno de Caín.