Es la tierna caricia de un infante
delicada expresión de hegemonía,
satinado momento de armonía
que razón estremece delirante.
Es sonrisa sonora en un instante
manantial de feliz algarabía,
cristalina emoción que desafía
rudeza y amargura en el semblante,
simpleza revestida de inocencia,
proclama de gentil ingenuidad .
Rostro gorgoreando transparencia
efusivo vaivén de honestidad.
Esta imberbe y audaz inexperiencia
al roce sedimenta la verdad…