¿Alguna vez se detuvieron a apreciar que la vida es tan simple y bella?
Como cuando el corazón se les llena al ver un par de amigos sonriendo.
O a una pareja tomada de la mano, que al chocarse hombro con hombro, se miran con más amor que asombro.
O al cartero silbando, montado en su bicicleta, repartiendo cada carta como si estas llevaran la mejor de las noticias.
O esa madre en cuclillas abrazando a su hijo, a la salida del jardín, con tanta emoción como si este hubiese vuelto de la guerra en Medio Oriente.
O esa pareja de ancianos tomando mate y charlando, evidenciando que existen amores eternos.
Si alguna vez los invadió el mejor de los recuerdos, eso es agradecer a la vida.