Como extraño el campo, esa brisa, la rosa
y el canto del gallo, ese platano asado
el queso, su aurora, una tarde de sol
ver correr al niño con su alegria,
mi primito que me pide que le recite el versito,
la rimita que sea de alegria o de pircadia
ellos me brindan un mango madurito con su risa,
yo alegre esperando el ocaso para servirnos algo
y escuchar el sonido de los pajaros, esa cama que tanto
me encanta talvez me extraña porque tanta veces alli
me inspire sin ruido de los carros y esa amiguitas
que con ansias me estan esperando.