Probablemente
Mientras te hablaba de mis pesadillas
Tú fracasabas sueños en nuestras miradas;
Nos dibujabas en el amanecer incendiario
De una ceniza a punto de quemarse.
Lo que dije era cierto,
cierto como todas las mentiras que improvisé
en las puertas cerradas de una verdad omitida.
Cántame de la vez en que perdimos el alma
para no sospechar que esto que vivíamos
era un todo, menos vida (ocasos de ropa quemada)
(¿Notas que miento?)
No, vendimos el tiempo en un escaparate de moda
nos vendimos para ser libres en un manicomio
y dejamos a la razón congelada
en la cláusula instintiva de lo imposible.
Imposible que deje de amarte
cuando mis manos
roban letras a un corazón
sufragando su dictadura.
Lo que dije era cierto
Mi creación es una patología
Salvando su metástasis
En las muertes que me acarician el suicidio.
He dejado de contar
He dejado
La inercia no pesa tanto cuando somos más que números
Qué sé yo de la tristeza
Solo sé que es esto que intenta diluirse y llenarme
En el trasfondo lúdico de mis poesías (no es un juego la caída)