Mirar tu alma a travez
de la ventana de tus
ojos puros y cristalinos,
azules como el mar,
brillantes como zafiros.
Iluminados por el
sol incandecente.
Llenos de vida
tratando de entender lo
que ven con pasión
incontenida.
Tus ojos azules derraman
pureza desbordante,
amor interminable
que regalan sonrisas
a quienes te ofrecen
ternura y caricias.
Dulzura irresistible
que enciende el deseo de
acunarte y apretarte
contra el pecho hasta
en los brazos de
Morfeo, dormida quedarte.