Quisiera acariciarte siempre
igual que el viento, que el aire
cuando besa las palmeras.
O la ola cuando baña los acantilados de carey,
o cuando el sol se posa en el ancho mar
de nuestros sueños.
Quisiera ser la luna, la brisa o la mañana
para tocar tu pelo, tus hombros, tu espalda
y respirar del aroma que brota de tu piel.
Quiero amanecer besando hoy tus pechos,
tu ombligo, tus lunares;
Despeinar tu pelo y hacerte naufragar.
Intento aplacar mis ansias de poeta
y enaltecer con ello tus sueños de mujer.
Pretendo que hoy te olvides de todos y de todo.
De todos los lugares comunes del ayer.
Que vibres en mis brazos, te mueras por mis besos,
te duermas en mi lecho
y muy junto a mi pecho contemples, desde mi atalaya,
cada nuevo amanecer.
Hoy quiero que entiendas lo mucho que te amo,
lo complicado que es vivir lejos de ti.
De todos tus sentidos, tus ojos o tus uñas,
y tus carnosos labios.
Quiero reflejarme en la luz de tus espejos.
Hoy quiero que me entiendas
te quiero hacer feliz.
© Armando Cano.