Pondría el mundo al revés si te pudiese curarte, hoy te he rodeado del eterno cielo y el milagro del Señor y su Madre
La Virgen, por si escuchan mis suplicas y pueden apocar tus tormentos, para vivir en la tranquilidad del tranquilo convivir
Y todos estemos a gusto viéndote sonreír, hijo mío Modesto que eres más guapo que el azul del mejor cielo, te lo dice tu Padre
Y no por eso es mentira, solo hay que mirar tu figura y ver la hermosura que irradia tu semblante Ángel del cielo, de mí sentir…
Hay cosas en la vida que nunca cambiaran y es el amor y el cariño que tus Padres Hijo de mí alma sienten por ti, mí Modesto, querido
Tu ya tienes ganado el cielo, esto te lo he dicho millones de veces ya por repetido, para ver si alguna vez lo captan tus duros lamentos
Y paras de renegar, repitiendo palabras sin cesar y eso mata el alimento de mis sentidos, escuchar sin parar tus difícil y duro tormento
Que más quisiera yo Hijo que poner el mundo á tus pies y regalarte la cordura, que perdiste hace muchos años atrás, siendo muy niño…
La vida nos pone pruebas muy difíciles de poder superar y la más difícil para mí, es ver cómo pasan los años y tú duermes en tu autismo
Y no despiertas de ese arrollador y endiablado tornado, que va minando las fibras de mis agobios y jamás puedo sonreír con la, libertad
De no esconder el dolor en mí desván, en el pozo en donde viven los dolores sumergidos y que no tienen remedio, en su real destino
Un mar de olas violentas que las despierta el huracán de tu desgracia hijo mío, vivir en una cárcel sin salida para toda tu, eternidad…
Eso es lo más cierto y puro que hay, en estas constantes que me despiertan, las depresiones de verte Modesto y no poder hacer nada
Siempre con el mismo sueño perenne, recordándome cuando tenias tres años y montabas en bicicleta y hablabas sin la enfermedad,
Que seis meses después, cerro tus latidos del sentir la vida con alegría en tu niñez divina, ese sueño jamás lo puedo apartar de mí, vida
Y me hace caer una y otra vez, en la locura incomprendida por los míos, que no entienden las terribles y crueles sensaciones, d e mi alma…
Que pasan los años y nunca veo un atisbó de cordura en las palabras de mi modesto y ya no tengo ánimos para seguir por las autovías
Paseando hacia el futuro, porque lo veo tan negro en lo que se refiere á mi Hijo Mayor y pienso que estará muy abandonado en su vivir
Cuando falten sus Padres ya que nadie y eso es lo que captan mis sentidos, le dará el cariño y la sonrisa que le damos su Madre y yo
Atendiendo y sufriendo sus lamentos por la inquietud que él tiene, aunque no lo diga en sus ciegos diálogos, pero lo siente en su existir…
Y lo vive en la cárcel del AUTISMO con mayúsculas, que domina todos los circuitos y venas que dibujan todo su enfermo y frágil, cerebro
He sur rallado, esta palabra maldita para mí que diagnostica, el padecer de mi dulce y guapo hijo Modestico, pues siempre se quedo hay,
En el vivir como un niño, más bien un Ángel que siempre vivirá apartado, de la realidad y aunque á veces tenga, el ser así algo, bueno
Pues no sufres, por las pérdidas que á lo largo de la vida se dan, en todos los corazones y almas que nos dicen adiós por ley de la vida…
“Jamás hijo te faltare, siempre estaré á tu lado, soportando los barrotes, de la cárcel del vivir el Autismo MODESTO, que te tiene enterrado en vida. Hijo, de mí sentir”
Modesto Ruiz Martínez / 11/11/09