Cierra el mundo, sucumben las miradas,
un maniobrar delicado y constante
viaje sin recorrido a cada instante,
sumir los segundos en llamaradas.
Gestos ciegos, palabras arrulladas,
fundir sentires, calma delirante,
derecho a ajenos labios emigrante,
tiempo sin aparentes horas dadas.
Sépase pues de un secreto en el beso,
una dama en campo abierto desnuda
y que interviene en el dulce proceso.
Siendo esto sueño sin parecer duda
que en cada roce siento que regreso
a la realidad que prosigue, muda.