Cuento que involucro a la ola desfigurada.
Al cometa que me hace viejo y falla en los ojos de muchos.
Cuento los insultos de las lluvias, los disgustos de los cielos.
Cuento que me ames desbrozando el mal y mis variadas manías
Que en teoría me pertenecen.
Cuento mi ciudad que me viene de ríos.
Me viene de los que pisan su suelo y elevan su nombre.
Cuento con la vista de un pico que me desviste.
Y los pocos ríos que le quedaron en su cintura.
Cuento con la fuerza de una tierra que de sabores, sabría exquisita.
Que mis manos se vencen a su tacto.
Cuento con este asiento que encasilla los latidos de una pluma disparada,
Y sus descendientes letras.
Cuento que estés allí, cuando el mundo se apropie de mí.
Humberto Velásquez Jiménez
19 de Enero del 2013