Presumir mis poemas
no sirve de nada,
escucho tu nombre,
yo busco una hada,
y en ese momento
de angustia y verdad,
me mira a los ojos
la dama inmortal.
¿Ya me has olvidado?
¿me recuerdas como ayer?
mira me a los ojos,
¡pero para que volver!
sonriendo y corriendo de felicidad,
¡oh espada de hierro!
¡me habéis de matar!
El recuerdo me abraza,
¡yo lo quiero olvidar!
recuerdo su nombre,
lo quiero gritar,
recuerdo poemas
que yo te escribí,
lo tenía en mi mente,
pero los perdí,
y quedan en aire
en el cual vivirán,
te dejo en el olvido,
o dama inmortal.