Coty

Artesanal

Un trozo de arcilla

para el arte manual…

ya sé!

Y si me dejo inspirar

por el síndrome Pigmalión…

¿qué tal si me invento

un nuevo amor?

Seguro será magnífico

si no tiene más restricción

que el favor de la imaginación.

Poco a poco tomará forma

con ciertas características

no soy muy exigente

no tendrá que ser guapo, pero eso sí,

interesante

 y con cara de buena gente.

Veamos…

más alto que yo, para empezar,

pero no mucho, para que no me cueste abrazar

cabello dócil, corto más bien

dónde pueda deslizar mis dedos

labios besables, invitadores,

cómico y de buen hablar

imprescindible que tenga

muchas historias para contar

 nariz varonil

orejas que solo sirvan para escuchar

(no para volar o portar aretes)

cejas con personalidad

ojos….ahh…cómo ventanas del alma

esos deben ser en el mirar

cálidos, chispeantes y honestos

no importa forma ó color

tan solo importa que cuando me miren

 se comuniquen sin hablar

me derritan por la ternura o me enciendan con la pasión.

Espaldas anchas como escudo

pecho fuerte y viril

y un corazón palpitante que acompase mi existir.

Pancita… solo la aceptable para ser un buen cojín

nalgas tentadoras para mirar de reojo

piernas fuertes  y decididas

para acompañar mis caminos

y darme cierto equilibrio y apoyo.

Manos, hermosas y grandes,

ásperas, como de hombre de campo

que cobijen las mías y me estrechen con firmeza

que sepan acariciar y que nunca, nunca

tengan pereza para masajear y

para la indescriptiblemente placentera

rascadita de espalda

hasta que el sueño me domine

ó  mejor aún… las ganas!

y... caramba!

Encantadoramente íntimo será

y sensiblemente especial

Oh, oh!!

¿Y la edad?…

Unas cinco décadas no estará nada mal.

¿Qué más?...

claro…

sólo falta el ingrediente principal

¡el soplo Divino

que lo haga real!

¿Qué me dices Señor…

andas tu también

de humor artesanal?