Por favor,
mientras lea esto sonríe.
Siembre ya una sonrisa,
bajo la turbulenta brisa
¡Hágalo de prisa!
nuestro corazón lo precisa.
mientras en su boca haya una risa
franca y concisa
y a mi corazón derrita,
le amaré toda la vida,
a tu risa bendita.
A ti, me dirijo a ti:
me gusta verte sonreír,
que me alegras a mi
y sentir nuestro amor fluir.
Ríe a carcajadas
y hagamos de la vida una fiesta
y queden nuestras almas forjadas
hermosa (o) lectora (o)...
Mientras leyó lo anterior sonría
Por favor.
Si hay tristeza o dolor,
por culpa del sufrimiento
o del amor,
la alegría exterior contagiará
el corazón.
Un corazón alegre es una excelente medicina,
más efectivo que la ampicilina,
llenándonos de optimismo,
levantándonos el ánimo, ahora mismo.