Es un sabor similar al de los labios que no se tocan,
un aroma no tan cálido como su sueño.
¿Porqué habría de comparar tu cerpo a un pétalo mojado?,
¿porqué a una cerveza tu cualidad de ser ajena?,
más grave aun; ¿porqué lo hago?
No quiero que un día me preguntes: \"¿Quieres matarme?\",
y mucho menos me gustaría que afirmaras que lo hago; que
cada letra te está dañando, que quieres que esto acabe; pero si así es;
que me devoren la sal y tus ojos manantiales.
Escribir libros no es algo mío; no me gustan los cuentos.
Porque leerlos con cansancio y siendo imaginario es por lo que amanezco muerto.
No quiero condenarte a cansarte; a estar conmigo.
Quiero que me captes cuando afirmo que te quiero.